Una
nave espacial que se impulsa con una vela solar
En meses recientes, un cohete
SpaceX Falcon Heavy colocó en el espacio un
satélite del tamaño de una rebanada de pan cuyo único sistema de propulsión
será un enorme cuadrado de poliéster brillante, una ‘vela solar’. Nada
de motores, ni combustible ni paneles solares; se aprovechará el impulso de los
fotones, paquetes de energía que constituyen las partículas elementales de la
luz proveniente del Sol. Durante décadas, la idea de un 'velero espacial' no
era más que el sueño de algunos científicos, pero recientemente el asunto se ha
vuelto una realidad.
El dispositivo, llamado LightSail 2, fue
desarrollado por la estadounidense Planetary Society, organización que
promueve la exploración espacial y que fue cofundada por el famoso astrónomo y
divulgador científico Carl Sagan en 1980.
Pero el concepto básico detrás de esta 'vela solar' es en realidad mucho más
antiguo. En los albores del siglo XVII, "Johannes Kepler habló de navegar
entre las estrellas" dijo el director ejecutivo de la Planetary Society,
Bill Nye.
"Kepler imaginó la posibilidad de que velas y naves pudieran adaptarse a
las brisas celestiales, y resulta que sí", dijo Nye, quien es conocido en
Estados Unidos como el 'Science Guy' ('el tipo de la ciencia'), por el programa
de televisión para niños que le dio fama en todo el país en la década de 1990,
y que conduce actualmente un programa en Netflix.
Confeccionar una vela solar no
requiere de una tecnología revolucionaria, como uno podría imaginar. En esencia, se trata de un gran cuadrado de
una película muy delgada (más fina incluso que el espesor de un cabello),
ultraliviana y reflectiva, hecha de un tipo de poliéster
desarrollado en la década de 1950.
En el mercado estadounidense, a ese material se le conoce por el nombre de la
marca Mylar. Al rebotar contra la
vela, los fotones transfieren su impulso en dirección opuesta a la luz
reflejada. "Cuanto más grande y brillante, y menor la
masa de la nave espacial, más empuje se logra", explicó Nye.
El impulso que proveen estos fotones es diminuto, pero también ilimitado.
"Una vez que estás en órbita, el combustible nunca se acaba", dijo.
En 2010, la agencia espacial de Japón lanzó una vela solar a la que llamaron
Ikaros.
Intentos de otros países y
organizaciones no han logrado probar completamente el concepto. "Es
una idea romántica a la que finalmente le llegó la hora", dijo Nye.
"Esperamos que esta tecnología se extienda".
La predecesora directa fue lanzada en 2015. La misión duró apenas unos días y
enfrentó algunos problemas, pero se consideró igualmente exitosa porque tenía
como cometido probar solamente su despliegue.
Preguntas con base a la
lectura:
1. ¿En qué consiste el sistema
de propulsión del LightSail2?
2. ¿Qué tiene que ver Johannes
Kepler con el proyecto LightSail2?
3. ¿Qué determina que el
empuje del LightSail2 se a mayor o menor?
4. ¿Cuál es la diferencia
entre el funcionamiento de vehículos impulsados por energía solar y el
LightSail2?
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